martes, 24 de febrero de 2009

Ironías y controversias

Post nuevo! y vienen mas, vienen mas

El laboratorio del instituto de Neurociencias se hallaba aislado casi por completo del exterior, su contacto mas cercano con la luz del día era una serie de ventanas rectangulares que se encontraban en la sala de lectura, donde el doctor Armando Vidal Loewi reflexionaba al calor de una taza de té. Le gustaba la sala de lectura por sus ventanas que le daban la oportunidad de usar inciensos. Su reflexión se vio interrumpida por la molesta presencia de Andrew Watson, colega del instituto.

-Copal?- preguntó Watson con un tono irritante.- Pensé que esa cosa no había entrado a la ciudad. Rompiendo reglas, doctor?
-No tantas como tu, Watson. Aunque sabes que soy el único con copal en la ciudad, no podrías demostrarlo. No tan fácil como las irregularidades en tu investigación.- Loewi tomaba un sorbo de té.
-Se que me has estado vigilando, y esta es la primera advertencia. No te metas en lo que no te importa.
-Has olvidado lo que significa ser médico. Nuestra función es curar, arreglar problemas, resolver situaciones, no jugar con drogas y enfermedades.
-Curar? no me hagas reír. No creas que tienes control sobre todo, se que tu investigación sobre la coordinación psicomotriz podría ser considerada poco ética también, he leído tus resultados. Resolver situaciones? la situación es esta. Tu sigues con tu investigación y yo con la mía, punto.
-No te atrevas a hacer estupideces Watson, no te atrevas.

Al salir del laboratorio, Watson refunfuñaba cuando Dewey Berry, su compañero de investigación, lo detuvo abruptamente hablando con un tono alterado.

-Que hay, Berry, ya hay un resultado del paciente 815?
-Si, de eso vengo a hablar. El resultado fue extraño pero sorprendente, una gran cantidad de alucinaciones, pero un control perfecto de sus movimientos, tanto en fuerza como velocidad, las variaciones de adrenalina son muy drásticas pero concuerdan con exactitud con su actividad cerebral, específicamente de su estado de alerta.
-Hicieron un examen de orina?
-Si, aquí esta.
-Mmm- Watson tomo la hoja y leyó detenidamente.- Aquí hay una droga que nosotros no empleamos.
-Que? Yo solo le he suministrado el k-223 para disociar su mente y un sedante para traerlo al instituto. Dices que alguien pudo haberle suministrado algo mas?
-Lo trajiste desde el consultorio verdad? cuanto tiempo lo has dejado solo?
-Cerca de una hora, para tramitar su entrada. Si alguien se ha enterado mi carrera esta en juego!
-Calma, se quien lo hizo. He visto este resultado de orina antes. Maldito Loewi, debe estar interesado en algo de este sujeto. Las alucinaciones son provocadas por el k-223, lo que significa que Loewi esta cerca de terminar su investigación pero tiene un criterio muy especifico para elegir a los sujetos, tan especifico que tiene que robar los de otros. Necesitamos una resonancia de su cerebro.- Watson comenzó a caminar despreocupadamente mientras Berry, atónito, tardó un momento en seguirlo.- Se esta haciendo tarde, quieres ir a batear bultos esta noche?
-Esta bien, vayamos al norte de la ciudad, los bultos se juntan mas ahí.

Incienso y rosas

Heeey, hace tiempo que no escribo, el triste examen de la unam y cosas así me han tenido mas que ocupado, pero la historia ya esta de vuelta. No recuerdo donde leí incienso y rosas, pero aquí va un debraye sobre esto.

Lentamente el humo del copal se elevaba formando figuras, iluminado por haces de luz que entraban en diagonal desde una serie de ventanas altas. Se retorcía unas cuantas veces, empujado por pequeñas corrientes de aire, antes de desaparecer con la escencia de las rosas que inundaba todo el lugar. Las rosas y el incienso descansaban frente a una urna colocada sobre un altar simple de mármol. El resultado era un ambiente de tranquilidad,de serenidad. Lo único que rompía el silencio eran las suaves disonancias de un piano, que en su andar tranquilo, recorría una armonía pasiva, resolviendo cada tensión en un acorde perfectamente conducido. Una trompeta descansaba en su estuche, junto al piano. Era Trane quien tocaba, leyendo una partitura de un papel doblado y algo maltratado. Sin distraerse ni dejar de tocar, Trane sonrió.

-A la anciana le hubiera encantado. Jazz de principios del siglo, siempre decía que no había nada mejor. No crees que has perdido algo de habilidad? Te pude escuchar desde que entraste.
-No vengo en plan de trabajo, tu sabes que esto es mas personal.- La voz de Elena sonó desde la oscuridad de la puerta.
-Hey Joe, de Medeski Martin & Wood. Es música que no entró en el plan de cultura para la ciudad. Donde lo has conseguido?
-Me dijeron que estuvo sonando en una estación de radio en alguna ciudad de Alemania. Esa y muchas otras, suena unos días en una ciudad, se calla y comienza a sonar en otra ciudad. Es la única transmisión que han conseguido recibir desde hace un buen tiempo.
-Te dijeron? Quien? no hay nombres?- Trane terminaba de tocar y se preparaba para irse.
-No, sin nombres. Si vas a cooperar, tendrás que seguir sus reglas.
-Esta bien, cooperaré.
-Vas a tener que reunir a ciertas personas. Aquí están los nombres.-Elena se acercó provocativa y colocó un papel doblado en el bolsillo de Trane.
-Lo haré, pero dile a Euler de mi parte que el jazz no se transcribe como música clásica.

Elena, sin poder dar respuesta alguna, mostró una expresión de sorpresa, como cuando a un niño se le descubre un secreto. Afuera, el otoño del 2098 anunciaba su fin con sus lánguidos pero resplandecientes rayos de luz sobre el mausoleo del cementerio del que Trane ya se retiraba.